En sus manos llevaba una pancarta que rezaba “Sr. Presidente en Ocoa no todos somos tontos”, con el fin de que el mandatario se dedique a gobernar de manera efectiva en lugar de inventar excusas baratas de por qué hoy en día la situación económica está como está.
La seguridad del presidente no quería permitirle el paso hasta la valla en donde se apostarían los ciudadanos, luego se lo permitieron, y ahí comenzó el conflicto con varios peledeístas de la zona que pedían lo sacaran, y otros que -por el contrario- entienden eso es democracia.
Luego, agentes policiales, asignados a la seguridad del Presidente, le pidieron se fuera del lugar, lo que el joven Gómez dijo no haría porque tenía derecho a estar en allí y expresarse y que no estaba ofendiendo al Presidente. Al final fue tirado al suelo, maltratado, vejado, los agentes policiales le quitaron la bandera que tenía colgada su pancarta y tras mucho forcejeo, lo llevaron como cerdo en puya y lo tiraron en un camión Daihatsu que lo condujo al cuartel policial del municipio.
Al llegar allí, tuvo que ser reducido a la fuerza para poder ser esposado. Incluso, a un teniente al servicio del Presidente, del que no sabe el nombre, lo acusa de querer romperle un brazo. Y lo peor es que este último acto de violencia lo sufrió en presencia del fiscal de San José de Ocoa, Tonito Melo, quien no hizo nada para protegerlo ni defenderlo.
El hombre fue detenido por varias horas, sólo por querer decirle al Presidente lo que muchos quieren decirle en su cara: Aquí no todos somos tontos. De los agentes policiales del municipio no tiene nada que decir porque el trato de estos fue digno.
Tras ser liberado, volvió al lugar donde estaría el Presidente con una precaria pancarta que elaboró en el camino, pero ya Leonel Fernández había puesto pie en polvorosa, tal vez sin siquiera saber la paliza que le dieron, en la que posiblemente también le inflingieron una herida de perdigón.
“Cuando me baño que voy saliendo, es que veo que la pierna derecha sigue sangrando. Como tengo conocimientos de medicina, sospecho que es una herida de bala y me dirijo al hospital y allí me hacen una radiografía: era una herida con entrada y salida y se encontraron rastros de pólvora“, explicó el médio a Acento.com.do.
Ignora en qué momento del incidente fue herido, pero sospecha que otro ciudadano de Ocoa pudo haber grabado con su celular el momento en que lo hirieron, porque uno de los policias le dijo al que comandaba la patrulla: “Jefe, ese que va a allá, hay que quitarle el celular”. El aparato -según Wazar Gómez- le fue quitado y lanzado al río.
Al final, a este hombre le fue devuelta su bandera, aunque sucia y rota, un zapato y el sombrero que perdió durante el maltrato físico, sin embargo, su celular supuestamente se perdió.
Demetrio Wazar Gómez es médico especialista en Neurofisiología, y primer médico latinoamericano graduado en Medicina del Sueño. Ejerció su profesión en el exterior durante 25 años, actualmente trabaja en el Centro de Podología, en Santo Domingo, y reside en San José de Ocoa.
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